NOTA EDITORIAL DE HOY EN EL SEMANARIO EL ORDEN: ¿BUEN TIEMPO O MAL TIEMPO?

La chica que pronostica el clima dice que hay «buen tiempo» en tal o cual provincia. ¿A qué le llama buen tiempo o mal tiempo? 

Normalmente se dice, especialmente desde las grandes ciudades, desde las radios y los canales radicados en Buenos Aires, que habrá buen tiempo cuando predomina el sol y no hay lluvias a la vista.

Ese criterio es válido en las urbes donde predomina el cemento y no se cultiva trigo, ni soja, ni maíz, ni mandioca, ni, en general, cualquier producto de la naturaleza. Tampoco hay vacas, gallinas, ovejas o caballos que necesiten pastizales. La lluvia es rechazada en las grandes ciudades, desde donde se irradian estas ideas tan particulares de «buen tiempo» o «mal tiempo».

En las grandes ciudades, en general, se venera más a la burocracia que al productor, chacarero o estanciero, al que genera la auténtica riqueza renovable del país. El «ganador» en esos lugares suele ser el financista, el pícaro que compra y vende dólares o euros, el que especula y con un llamado telefónico hace fortunas, no el que hoy planta árboles para que dentro de veinte años tengamos madera o papel. La gente consume verdura y fruta, carne y lácteos que vienen de algún lado, no importa de dónde. Suele decirse, especialmente en Buenos Aires, que alguien se va «afuera» cuando decide irse a vivir a alguna provincia. 

Un hombre de campo hacía notar que ellos temen las sequías y valoran las lluvias, que es una bendición para la tierra, las plantaciones, los animales, para quienes venden esos productos y finalmente, para quienes los consumen. Es bueno recordarlo cada vez que nos digan si habrá buen o mal tiempo.

 

Mario dos Santos Lopes

 

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